Lo que es propicio hacer cuando la Luna está vacía de curso
Seguir la rutina.- Esta condición lunar favorece lo rutinario, habitual, archiconocido y repetitivo.
Despejar el ambiente.- Como la Luna vacía de curso da gran facilidad para darse cuenta lo que es necesario y lo que no, es ideal para ordenar, limpiar, tirar o quitarse de encima todas esas cosas que hemos dejado acumular (a veces un montón) en el armario, el escritorio, la cocina o donde sea. Es momento de aligerar el equipaje sin mayores problemas y quedar mucho más livianos para seguir adelante.
Hacer una inspección de control.- Es fácil darse cuenta en este tiempo de lo que falta, escasea, está equivocado, o averiado.
Persona prevenida vale por dos.- Es el momento de hacer las listas de lo que hay que hacer más adelante, y de revisar o evaluar cómo se hallan en la actualidad nuestros proyectos.
Ponerse al día.- Es fácil ver lo que necesita ponerse al día o actualizarse, así como ocuparse de los cabos sueltos y las cuentas pendientes.
Editar y corregir.- Se hace fácil revisar el trabajo para quienes escriben, así como encontrar nuevas formas para expresar las mismas ideas.
Dormir y descansar.- Quedarse remoloneando en la cama un rato más, levantarse más tarde, dormir una siesta cuando la Luna está vacía de curso es especialmente disfrutable, gratificante o tranquilo. Porque esta condición lunar vuelve especialmente difusa la línea que separa la conciencia de vigilia, de la inconsciencia del sueño.
Meditar, hacer prácticas espirituales, psíquicas o energéticas como Reiki.- Es más fácil abstraerse en la propia interioridad, distanciarse de los problemas, y acceder más fácilmente a un estado de paz interna; también gozar de experiencias psíquicas, o vivir otras dimensiones de la [espiritualidad], el mundo sutil, o las energías.
Introversión.- Volcarse hacia dentro de uno mismo y mirar lo qué allí ocurre y cómo es más fácil. En estos momentos, la intuición es fuerte, la voz interior se escucha con nitidez, los conflictos internos se resuelven, la reflexión e introversión se profundizan. Uno se puede poner más en contacto con uno mismo.
Una pausa en el camino.- Ideal para reponer y recargar las baterías; asimismo tiempo de relax, comodidad o simplemente holgazanear, il dolce far niente(Vida ociosa y relajada).
Eventos sociales con amistades o conocidos.- Reuniones improvisadas con algún elemento de sorpresa que resultan divertidos y gratificantes. Eso sí, no hay que complicarse: que cada uno lleve algo, colaborando entre todos. Y luego se hace algún juego fácil, que tenga margen para crear, inventar o improvisar.
Viajar.- Siempre que sea una persona experta o profesional quien conduzca es un buen momento para ello. Sin importar tanto el medio de transporte un viaje durante el vacío lunar se hace cómoda y rápidamente. La causa de esto es que para el conductor, piloto o personal de la compañía, viajar es algo rutinario, y durante este tiempo lo rutinario y repetitivo se ve favorecido.
Flexibilizar los límites.- Es buen momento para animarse a hacer algo que hasta el momento nunca hayas hecho, pero que no sea importante ni comprometido. Es tiempo de búsquedas, de investigación, de sondear otras posibilidades, de dejar volar la imaginación, de hacer un “brainstorming” (lluvia de ideas), de tentar una nueva vía creativa, de pruebas y ensayos. Pero que le quede claro que no es el momento de lanzar una carrera, ni empezar a hacer un deporte de riesgo por vez primera, ni tomar decisiones trascendentes, ni empezar nada de envergadura. Simplemente es momento de expandir su campo visual y opciones. Luego cuando la Luna salga de este estado vendrán sí las decisiones y actuaciones.
Lo que no hay que hacer durante la Luna está vacía de curso
No empezar nada importante.- Porque las cosas no van a durar, o no van a resultar como quieres o esperas. Esta condición lunar suele ser una de las causas de las tantas cosas inconclusas que tenemos en la vida.
Evitar conocer gente nueva.- Porque luego esas personas no resultarán ser como al principio te parecían. La Luna vacía de curso nos hace ver las cosas distorsionadas y con otros colores, y esa clase de euforia no dura.
No comenzar un nuevo trabajo.- Porque también aquí las cosas no van a resultar lo que inicialmente parecían, o lo dejarás de forma imprevista por alguna otra causa.
No hacer planes ni compromisos.- Porque las circunstancias no van a resultar como se esperaba, y los mismos quedarán truncados, incumplidos, frustrados o similares. Por el contrario puede usarse esto de forma conveniente cuando uno en realidad no quiere que se cumpla ese plan, proyecto o compromiso. Por ejemplo, si en realidad no quiere encontrarse con determinada persona, o no ir a determinada reunión, planifica y acuerda ese evento durante la Luna vacía de curso: seguramente algo pasará y no podrás concurrir.
No comprar cosas caras o valiosas.- Porque ellas no van a cumplir con el propósito original que le llevó inicialmente a comprarlas. En cambio es ideal para ir en busca de las ofertas, los descuentos, o los comercios de cosas baratas: eso que pensaba muy perecedero y ordinario resultaría con muy buen resultado, ese regalito que uno compra para otro se lo podría terminar quedando uno porque nos gusta demasiado, eso que ni se le había ocurrido y encuentra en ese momento se convierte luego en algo indispensable, y así sucesivamente.
RESUMEN: La Luna fuera de curso ocurre cada 2 o 3 días, y se refiere al tiempo entre el aspecto final de la Luna en cualquier signo del zodíaco y al momento en que entra al siguiente. Ésta puede tener un rango de tiempo que va de varios minutos a varias horas. Generalmente no se realizan hechizos en este momento ya que la Luna no puede influir en nuestra magia.
Judith Romero Medina.